La calvicie y la pérdida de pelo pueden ocasionar importantes problemas estéticos que incluso pueden llevar a alterar la capacidad de relación y nivel de confianza de algunas personas. Para remediar este problema en los casos de alopecia androgenética de origen hormonal se recurre al microinjerto de pelo o implante capilar. El objetivo de la misma es la redistribución de los folículos pilosos existentes por todo el cuero cabelludo.
La técnica del microinjerto de pelo consiste en la extracción de una porción de piel de la zona de la nuca, región habitualmente no afectada por la alopecia, y posteriormente con la ayuda de elementos de magnificación óptica se fragmenta el trozo extraído en grupos de 2 a 5 folículos pilosos, que serán implantados uno por uno en las zonas alopécicas mediante pequeñas incisiones practicadas previamente.